Facua-Consumidores en Acción ha denunciado ante las autoridades de Consumo a Aguas Font Vella y Lanjarón por la campaña publicitaria de Font Vella Ecoligera, ya que considera que la empresa “incurre en publicidad engañosa al asegurar que el consumo en el hogar de agua envasada de la marca es económico y ecológico”.
En el anuncio televisivo vemos como una professora plantea una pregunta a sus alumnos: "a ver niños ¿en casa qué hacéis para ser ecológicos y además ahorrar? Los dos primeros contestan que reutilizan papel usado y reducen el consumo eléctrico apagando luces, otro contesta "en mi casa bebemos Font Vella".
Facua considera aberrante presentar el consumo de agua embotellada en casa como una medida para ahorar. Y es que el agua envasada que anuncia Font Vella es un 1'502% más cara que la del grifo de casa. Cada litro de Font Vella Ecoligera cuesta 22 céntimos, frente al algo más de 1 céntimo que supone de media 1 litro de agua del grifo en España.
Por otra parte, Font Vella Ecoligera tampoco puede presentarse como un producto económico dentro del mercado de las aguas envasadas. El precio de su garrafa de 6'25 litros es de 1'39 euros, representa en torno al doble que las marcas en garrafas de 5 litros como Carrefour (0'57), Eroski (0'57) y Font Natura(0'58). Y es que Font Vella Ecoligera sólo es más barata que los otros envases de la misma marca.
La empresa asegura que su garrafa Ecoligera es la primera hecha con plástico reciclado, pero Facua considera ridículo ese argumento para justificar que su sustitución por el agua del grifo sea una forma de ser ecológicos.
La mayoría del plástico utilizado para fabricar estas garrafas no está reciclado, sólo un 25% lo está, según reconoce la empresa en su página web.
Facua ha remitido sus denuncias, al Instituto Nacional del Consumo (INC) y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) del Ministerio de Sanidad y Política Social y la Agencia Catalana del Consumo, ya que Aguas Font Vella y Lanjarón tienen su sede social en Catalunya.
La Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad define en su artículo 4 como engañosa la que “de cualquier manera, incluida su presentación, induce o pueda inducir a error a sus destinatarios, pudiendo afectar a su comportamiento económico, o perjudicar o ser capaz de perjudicar a un competidor. Es asimismo engañosa la publicidad que silencie datos fundamentales de los bienes, actividades o servicios cuando dicha omisión induzca a error de los destinatarios”.
Se presenta el consumo en el hogar de agua envasada de la marca como una medida para ser ecológicos y además ahorrar equiparable al reciclado de papel o la reducción del consumo eléctrico.
Os dejo un vídeo sobre el impacto ambiental que supone el consumo de agua embotellada, donde se explica cómo se nos inculca la necesidad de comprar agua en botella.
Existe tanta publicidad engañosa en nuestro alrededor que no nos lo podemos llegar a imaginar, los anuncios de rimmel dónde las señoritas llevan pestañas postizas (no en todos los anuncios), las reuniones en hoteles o casa para que compres algo, te envian publicidad prometiendote el oro y el moro y luego zassss te llevas un chasco. Los anuncios de las pastillas milagrosas que adelgazan, las cremas antiarrugas con chicas de 20 años, etc...
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